Entre
el 21 y el 24 de julio se detectó el brote del virus en una granja de ponedoras
en el estado de Sinaloa, lo cual llevó a las autoridades mexicanas a poner la
granja en cuarentena y sacrificar a más de 500 aves que se alojaban en el mismo.
A
pesar de que el virus detectado sea de baja patogenicidad, no debe restarle
menos importancia, pues se es consciente de la gran mutabilidad de los virus de
la influenza aviar; además del antecedente de influenza aviar H5N2 en marzo de
1994, el cual meses después condujo a grandes pérdidas económicas y de stock.
Es
de suma importancia mantenerse alerta frente a este acontecimiento, y reportar
a las autoridades de cualquier aparición de signos clínicos para así evitar la
propagación del virus.