En
enero 2020 se registraron 53 casos de intoxicaciones por Salmonella.
Las autoridades
de salud chilenas han manifestado su preocupación por la falta de regulación en
la venta de huevos de las denominadas «gallinas felices», ante el aumento de
los casos de Salmonella en el país. Según publicó La Tercera, en el último mes
se registraron 53 casos de intoxicaciones por Salmonella, la mitad de ellas derivadas del consumo de huevos crudos.
La
Secretaria Regional del Ministerio de Salud, Rosa Oyarce, confirmó que el aumento
de los casos se debe a que “hay cada vez más consumo de alimentos en la calle,
productos sin regulación ni resolución sanitaria y que, además, están expuestos
al sol”.
“En
el caso de las gallinas de criadero, estas son vigiladas por el Servicio
Agrícola y Ganadero y tratadas cuando existe Salmonella. Existe un control
permanente de los animales, del lugar donde se crían y de los huevos”, apuntó
la autoridad sanitaria.
Oyarce
precisó que “en este otro tipo de gallinas ‘ilegales’, por llamarlas así, existe total desconocimiento de su procedencia y de los mecanismos de control que se tienen en su manejo”.
José
Maino, socio de la empresa “Gallina Feliz”, explicó que los criaderos
certificados tienen un alto estándar de control, pero que existen casos de
productos en los que no hay certeza de su origen. “Los criadores tenemos normas
de seguridad para evitar la Salmonella, por ejemplo, los pollos están vacunados
y se tiene una trazabilidad de los huevos. Se seleccionan uno a uno y se
comercializan solo los limpios, en cambio, cuando uno compra en la feria,
por ejemplo, se desconoce su condición, la fecha de origen y a la temperatura
que estuvo guardado”, sostuvo Maino.