El Ministerio de Agricultura y
Riego, a través Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa, realizará un
simulacro de influenza aviar los días 11 y 12 de diciembre en la provincia de
Chincha, región Ica, con el
fin de evaluar la capacidad de respuesta oportuna
frente a la presencia de influenza aviar altamente patógena y revisar la
efectividad de los planes y procedimientos para su control.
Un brote de estas características
puede originar serios problemas a la economía del país ya que la carne de ave
es uno de los principales alimentos en la dieta de los peruanos, que en
promedio consume 39 kilos al año, siendo además, la que aporta el 70% de
proteína animal en su alimentación. Igualmente generaría significativas pérdidas económicas, que según
estudios realizados en países de la región, superarían los 31 millones de
dólares.
El Perú fue declarado en el 2007 País
Libre de la Gripe Aviar ,
por la
Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), al constatarse
que es exótica en el territorio peruano. Este
logro se alcanzó gracias a la activa participación de los avicultores en el
cumplimiento de las normas y medidas sanitarias dictadas por el Senasa.
Para mantener esta condición es
necesario realizar simulacros y medidas de
vigilancia en las poblaciones de aves comerciales, de traspatio y
combate, para evitar su introducción, dispersión y las consecuentes pérdidas
económicas por muerte masiva de las aves, causadas por la enfermedad, por las
acciones sacrificio sanitario para el control de la enfermedad y el cierre de
las exportaciones.
Asimismo, se realizan
constantemente simulacros en diferentes puntos estratégicos del país, en el mes
de setiembre del presente año se realizó un simulacro de gabinete en la ciudad
de Ica; en el 2008 se realizó en la ciudad de Trujillo (región La Libertad ), segunda zona
avícola del país; y en el 2006 en la ciudad de Lima, que contó con la participación
de países vecinos y de organismos internacionales.
Duante la práctica se revisarán
las acciones a aplicar, la forma de acceder a la información, la toma de
muestras, su remisión a los centros de diagnóstico y la instauración de las
medidas de control. Una evaluación finalizará este ejercicio que permitirá
identificar las fortalezas y debilidades para el mejoramiento de los planes de
control y fortalecer la gestión público privada.