martes, 20 de septiembre de 2016

Neutralización de Micotoxinas mediante Bioinactivación


Por: Olga Averkiev y 
Radka Borutova Nutriad International (EMPRESA DISAN)


La bioinactivación natural es una compleja mezcla de diferentes procesos que pueden ocurrir simultáneamente para proporcionar defensa frente a una amplia variedad de micotoxinas.

Las micotoxinas son sustancias tóxicas que se encuentran en los piensos y que representan un considerable riesgo sanitario para los animales de granja y de compañía. Principalmente, la exposición a las toxinas tiene lugar por la ingestión de pienso contaminado. Las micotoxinas están producidas por mohos toxigénicos que pueden contaminar el alimento en las distintas fases de su producción y procesamiento, desde el cultivo hasta el transporte y el almacenamiento. En general, las micotoxinas son muy resistentes, por lo que pueden persistir en el alimento incluso después de que se hayan eliminado los hongos.

Un riesgo invisible con un impacto impredecible
Los signos clínicos de la intoxicación por micotoxinas se denominan micotoxicosis y predominan en ciertos órganos como el hígado, los riñones, el tejido epitelial y el sistema nervioso central, dependiendo del tipo de toxina. Desafortunadamente, la mayoría de los efectos negativos de las micotoxinas en la producción avícola moderna se manifiestan a nivel subclínico, lo que hace que el diagnóstico sea extremadamente difícil o que no sea posible. Además, es común que dos o más micotoxinas puedan presentarse al mismo tiempo y se puedan potenciar sus efectos tóxicos entre animales susceptibles.


“La bioinactivación natural de micotoxinas tiene lugar en el tracto gastrointestinal y en el hígado y es una consecuencia de la acción de la microflora gastrointestinal y enzimas tisulares”.

El poder de la bioinactivación natural 
Comúnmente la bioinactivación natural de micotoxinas tiene lugar en el tracto gastrointestinal y en el hígado y es una consecuencia de la acción de la microflora gastrointestinal y enzimas tisulares. En general, los efectos negativos de una micotoxina en el cuerpo de un animal dependen de la extensión y el ritmo de absorción por parte del tracto gastrointestinal, su distribución, su unión o localización en los tejidos, su biodegradación y su proceso de excreción. La bioinactivación natural es una compleja mezcla de diferentes procesos que pueden ocurrir simultáneamente para proporcionar defensa frente a una amplia variedad de micotoxinas.

En el tracto gastrointestinal se encuentran bacterias, levaduras y protozoos que tienen la habilidad de bioinactivar micotoxinas de la familia de los tricotecenos transformándolos en metabolitos no tóxicos o menos tóxicos. La bioinactivación también puede ocurrir con otros tipos de micotoxinas cuando son adsorbidas en la superficie de bacterias probióticas. En avicultura, la toxina T-2 es normalmente metabolizada y eliminada después de su ingestión. Este proceso tiene lugar en el buche, el intestino delgado y el hígado en los que la hidrólisis, la hidroxilación,
la de-epoxidación y la conjugación producen más metabolitos diferentes. Los metabolitos típicos de la toxina T-2 son a menudo la toxina HT-2 y la toxina de-epoxi HT-2.

Click para ampliar gráficos

La inactivación de las micotoxinas es una inversión, no un coste
Los aditivos alimentarios con efectos antimicotóxicos selectivos que se activan directamente en el organismo del animal pueden considerarse la solución óptima para las micotoxinas en avicultura. Estos aditivos se caracterizan por las siguientes propiedades: rápida unión a las micotoxinas adsorbibles, estabilidad a diferentes niveles de pH, termoestabilidad en condiciones de peletización o extrusión, no actividad de unión con vitaminas, micro y macronutrientes, y efectivos a bajas concentraciones en el alimento. Como desactivadores de micotoxinas individuales tienen sus propias fortalezas y debilidades, por lo que lo que se está convirtiendo en una solución efectiva ampliamente aceptada es la estrategia de combinar compuestos con diferentes modos de acción.

Resultados
1.    La dieta contaminada con micotoxinas (toxina T-2, OTA y FUM) presentó menor digestibilidad y utilización de los nutrientes, por lo que se redujo el rendimiento del animal y aumentó la mortalidad de las aves (tabla 2). 2. La inclusión de un producto desactivador de micotoxinas en el alimento contaminado con micotoxinas redujo la mortalidad de las aves comparado con el gurpo control, aumentó el consumo diario, aumentó la ganancia de peso diaria y mejoró el índice de conversión (figuras 1, 2 y 3).





Conclusión
El análisis de los datos obtenidos en el experimento (digestibilidad de los nutrientes, peso vivo e índice de conversión) confirma que la inclusión de un producto desactivador de micotoxinas en un alimento contaminado disminuye los efectos negativos de las micotoxinas presentes resultando en la productividad relativa de los broilers en los grupos experimentales superaba a las del grupo control. Los resultados del estudio indican que una neutralización y control continuos, específicos y efectivos de micotoxinas ofrecen una oportunidad para una mejora significativa de la salud animal, rendimiento, productividad y beneficio.