Luego de una exitosa producción de anticuerpos -que podrían neutralizar el SARS CoV-2- desarrollados por gallinas intervenidas y concentrados en la yema de sus huevos, investigadores de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH ) y del laboratorio Farvet han iniciado los ensayos preclínicos inoculando estos anticuerpos en ratones y conejos, y en unas semanas lo harán en cerdos.
Este proyecto resultó ganador en la segunda convocatoria del concurso “Proyectos Especiales: Modalidad – Necesidades Emergentes al Covid-19" del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concytec) y obtuvo un financiamiento de S/ 350,000.
En la primera fase la gallina que fue inmunizada con una proteína recombinante sí produjo anticuerpos capaces de bloquear al SARS-CoV-2, causante de la enfermedad covid-19.
En diálogo con la agencia Andina, Yudith Cauna Orocollo, investigadora principal del proyecto, detalló que se obtuvo una producción bastante alta de anticuerpos, aproximadamente 400 miligramos de anticuerpos en cada yema de huevo. Ahora lo que viene es validar este procedimiento primero en animales y posteriormente en pacientes covid-19.
“Nosotros estamos planeando ejecutar y obtener resultados sólidos durante estos seis meses, necesitamos comprobar que la inoculación de anticuerpos IgY específicos contra los antígenos del SARS-CoV-2 no produzcan ningún efecto colateral negativo en los animales, algún tipo de alergias. Todo esto se tiene que evaluar, no tiene que producir ningún daño”, señaló Cauna, magister en bioquímica y biología molecular por la UPCH.
Enfatizó que los ensayos preclínicos tienen todo un curso que deben seguir, antes de empezar las pruebas con pacientes.
Precisamente como un ensayo previo para evaluar la capacidad de los anticuerpos, en el laboratorio se verificó que sí tienen la capacidad de inhibir la interacción entre el antígeno y el receptor de la célula del mamífero.
La investigadora, formada en las aulas de la facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Altiplano, en Puno, refirió que teniendo ese resultado previo recién se puede pasar a las pruebas pilotos con animales que sería la entrada para los ensayos preclínicos.
“Estamos empezando con ratones y conejos, que son brindados por el Instituto Nacional de Salud (INS) y la Facultad de Medicina Veterinaria de San Marcos, por ser los más utilizados en este tipo de ensayo en primera fase y luego con los cerdos porque se asemejan fisiológicamente a los humanos”, señaló Cauna.
¿Cómo es el proceso?
La investigadora explicó que primero los animales deben ser desparasitados para que no produzcan ningún otro anticuerpo que no se necesite, luego se les inocula los anticuerpos que han sido obtenidos a partir de las yemas de huevo.
“Estamos inoculando por la vía oral, intranasal o subcutánea, queremos evaluar si los anticuerpos son absorbidos en la sangre, ver cuál funciona mejor. Se monitorea a los animales tomando muestras de sangre, para ver si ha migrado al torrente sanguíneo”, señaló Cauna.
Hasta el momento, se ha comprobado que por la vía subcutánea los anticuerpos tendrán más chance de ser absorbidos a la sangre, que es mucho más rápido, a diferencia de las otras dos vías. Sin embargo, resulta ser algo invasiva, todo lo contrario, a la vía oral que resulta ser más amigable para administrar los anticuerpos.
En un plazo de seis meses, este equipo de investigadores debe reportar los resultados de los ensayos preclínicos, para luego comenzar con los ensayos clínicos. Se estima que estos podrían ser en enero o febrero del 2021.
“Para los ensayos clínicos lo que se planea es que los anticuerpos IgY sean inoculados en personas sanas, para determinar que no produzca ningún efecto negativo en ellos”, precisó.
A diferencia de la vacuna, con este proyecto se busca establecer una terapia inmunológica pasiva que pueda ser suministrada a los pacientes graves. Uno de los países que viene experimentando con este tratamiento es la india.
Además, antes ha sido utilizado en otras enfermedades respiratorias, basándose en esos antecedentes es que se decidió continuar con el tratamiento.
“Les pido paciencia, hay bastantes personas que están colaborando en ese proyecto. No es fácil para la comunidad científica poder acelerar todo porque se trata de humanos, todas las pruebas y ensayos que se realicen deben resultar de la mejor manera, para ello se requiere de tiempo y bastante cuidado”, finalizó la investigadora.