La
Comisión Europea y los Estados miembros examinarán la posibilidad de nombrar un
responsable de seguridad alimentaria en cada país de la UE con el objetivo de
mejorar la coordinación y el flujo de información en el bloque comunitario ante
casos de fraude y de seguridad alimentaria, como el sucedido el pasado julio,
de forma que alcance el público general de una manera rápida y armonizada. Así
lo ha expresado el comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis
Andriukaitis, el martes 26 de septiembre, tras una reunión de alto nivel que ha
mantenido con representantes de los Estados miembros para evaluar la respuesta
ante el caso de los huevos contaminados y analizar cómo se pueden mejorar los
mecanismos de alerta en la UE.
En
esta reunión se acordó una veintena de medidas concretas para reforzar la
acción comunitaria contra fraudes alimentarios, como el del insecticida
fipronil, hallado este verano en huevos procedentes principalmente de Holanda y
Bélgica.
“El
fraude alimentario está en el centro de las discusiones de la UE. Hemos hecho
un balance y reflexionado sobre las lecciones aprendidas”, afirmó en una rueda
de prensa Andriukaitis.
“Estudiaremos
cómo establecer un responsable de seguridad alimentaria en cada Estado miembro
para asegurar que la información fluye tan rápido y eficiente como sea
posible”, explicó el comisario. No obstante, no ha querido entrar en los
detalles de esta nueva figura, argumentando que los socios europeos tienen
opiniones diferentes en cuanto a la futura implementación de esta medida.
Por
otro lado, la Comisión Europea y los Estados miembros han acordado mejorar la
coordinación entre el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos – RASF
– y el sistema de Asistencia Administrativa y Cooperación – AAC -, las
plataformas comunitarias para gestionar casos sobre seguridad alimentaria y
fraudes alimentarios, respectivamente.
De
este modo, se abogó por establecer una red europea con un único punto de
contacto para cada Estado miembro para el RASFF y el AAC.
Andriukaitis
ha afirmado que la actuación de Bruselas tras el escándalo de los huevos “no va
sobre imponer sanciones” a los países donde se ha detectado el uso de fipronil,
prohibido en la cadena alimentaria en la UE, sino sobre cómo fortalecer la
coordinación entre los socios europeos.
En
el documento de conclusiones acordado se insiste al Ejecutivo comunitario a
“utilizar toda la información relevante” que obtenga en las misiones de
investigación que enviará a Holanda, Bélgica, Alemania y Francia a principios
de octubre.
Fuente:
www.avicultura.com