martes, 3 de octubre de 2017

Bruselas plantea establecer un responsable de seguridad alimentaria en cada país tras el fraude del fipronil


La Comisión Europea y los Estados miembros examinarán la posibilidad de nombrar un responsable de seguridad alimentaria en cada país de la UE con el objetivo de mejorar la coordinación y el flujo de información en el bloque comunitario ante casos de fraude y de seguridad alimentaria, como el sucedido el pasado julio, de forma que alcance el público general de una manera rápida y armonizada. Así lo ha expresado el comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, el martes 26 de septiembre, tras una reunión de alto nivel que ha mantenido con representantes de los Estados miembros para evaluar la respuesta ante el caso de los huevos contaminados y analizar cómo se pueden mejorar los mecanismos de alerta en la UE.

En esta reunión se acordó una veintena de medidas concretas para reforzar la acción comunitaria contra fraudes alimentarios, como el del insecticida fipronil, hallado este verano en huevos procedentes principalmente de Holanda y Bélgica.

“El fraude alimentario está en el centro de las discusiones de la UE. Hemos hecho un balance y reflexionado sobre las lecciones aprendidas”, afirmó en una rueda de prensa Andriukaitis.

“Estudiaremos cómo establecer un responsable de seguridad alimentaria en cada Estado miembro para asegurar que la información fluye tan rápido y eficiente como sea posible”, explicó el comisario. No obstante, no ha querido entrar en los detalles de esta nueva figura, argumentando que los socios europeos tienen opiniones diferentes en cuanto a la futura implementación de esta medida.

Por otro lado, la Comisión Europea y los Estados miembros han acordado mejorar la coordinación entre el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos – RASF – y el sistema de Asistencia Administrativa y Cooperación – AAC -, las plataformas comunitarias para gestionar casos sobre seguridad alimentaria y fraudes alimentarios, respectivamente.



De este modo, se abogó por establecer una red europea con un único punto de contacto para cada Estado miembro para el RASFF y el AAC.

Andriukaitis ha afirmado que la actuación de Bruselas tras el escándalo de los huevos “no va sobre imponer sanciones” a los países donde se ha detectado el uso de fipronil, prohibido en la cadena alimentaria en la UE, sino sobre cómo fortalecer la coordinación entre los socios europeos.

En el documento de conclusiones acordado se insiste al Ejecutivo comunitario a “utilizar toda la información relevante” que obtenga en las misiones de investigación que enviará a Holanda, Bélgica, Alemania y Francia a principios de octubre.


Fuente: www.avicultura.com