Del total de alimentos recolectados durante la cuarentena por el Banco de Alimentos Perú para entregarlos a las familias sin ingresos económicos, más del 30% fue donado por dos importantes avícolas del país, que vieron afectadas sus ventas por el cierre de locales de muchos de sus clientes, señala Daniela Osores, gerenta general de dicha organización sin fines de lucro.
En las seis primeras semanas de cuarentena en el país, las avícolas San Fernando y Redondos donaron en conjunto 452 toneladas de pollos frescos, congelados o en conserva, que se encontraban en buen estado.
“Muchos de los clientes de las avícolas no han podido abrir sus locales durante la cuarentena y esto les ha impedido vender, por lo que decidieron donar sus productos. Esta es una razón, pero por supuesto también está el deseo de ayudar. Ambas empresas habitualmente donaban, pero no cantidades considerables y en esta ocasión son las que han hecho las donaciones más grandes”, detalló Osores.
Debido a las mismas razones, varios restaurantes y cafeterías también donaron ciertas cantidades de alimentos que ya no iban a poder comercializar.
Sin embargo, durante el estado de emergencia se redujeron considerablemente las donaciones de los supermercados y los mercados, debido a que las compras por stock realizadas por las familias en las últimas semanas naturalmente disminuyeron las mermas. En las cuatro primeras semanas de la cuarentena, las donaciones de los supermercados sumaron 135 toneladas, mientras en meses anteriores el promedio del volumen era de entre 160 y 180 toneladas.
De igual manera, en el Mercado Mayorista de Lima se recolectaron cuatro toneladas de alimentos, cuando en días regulares esta suma era de cinco o seis toneladas por día.
Sin embargo, el balance es más que positivo. A lo largo de las seis primeras semanas de aislamiento social el Banco de Alimentos reunió 1,496 toneladas de alimentos donados, una cifra equivalente a la cantidad recolectada a lo largo de casi seis meses del 2019, año en que cerró con unas 3,600 toneladas de alimentos.
Además, el Banco de Alimentos también ha recibido donaciones de productos de limpieza, que son tan necesarios en la situación actual. Las donaciones totales han permitido repartir 5.9 millones de raciones de alimentos a 165,000 beneficiarios en 12 ciudades.
“Nos llegan más de 100 solicitudes de donaciones de alimentos cada día, pero nosotros tenemos que verificar rápidamente si realmente son personas que tienen la necesidad de recibirlos, porque también hay quienes los piden sin necesitarlos. Priorizamos a aquellas personas que se encuentran en un mayor nivel de vulnerabilidad. Estamos buscando descentralizar la ayuda a la mayor cantidad de ciudades del país, para llegar a las personas más necesitadas, independientemente de su nacionalidad”, expresó Daniela Osores.
Desde el 2017, las empresas que hacen estas donaciones pueden deducir de sus impuestos el precio de costo de los alimentos hasta por el 10% de la renta neta de la compañía, de acuerdo con el reglamento de Ley que promueve la donación de alimentos y facilita el transporte de donaciones en situaciones de desastres naturales. Cuando la ley entró en vigencia, el volumen de donaciones de empresas se multiplicó por ocho.
“La coyuntura lamentablemente ha golpeado a muchas empresas, como las avícolas, pero ha beneficiado a los más pobres. Todas las empresas que donan recuperan el valor de costo de sus alimentos, entonces lo que hacen no es un gasto. Eso es algo que muchas empresas deberían saber para sumarse a las donaciones”, agregó Osores.
El Banco de Alimentos Perú tiene vigente una campaña para recolectar donaciones de la ciudadanía en general y de las empresas, con el fin de beneficiar a 30,000 personas de cinco distritos vulnerables, a través de la entrega de alimentos a comedores populares. La meta es reunir S/ 300,000 y ya se ha logrado recaudar S/ 200,000. Para participar, el donante deberá aportar S/ 25 por mes, con el fin de apadrinar a una persona; y las empresas pueden donar alimentos o productos de limpieza.